¿Crees que tus palabras, sin razón,
me hirieron como una daga al corazón?
¿Crees que, tras un ataque por tu culpa,
voy a dejar que mi alma se disculpa?
Me dejaste tirada... en esa cama,
llorando sola... mientras el alma clama.
Miraba el celular, sin ilusión,
esperando de ti... una redención.
Pero el ruido dentro era un tambor,
y las voces gritaron sin pudor:
"No seas tan dramática, eso no fue así..."
—¿Acaso alguien estuvo dentro de mí?
Busqué consuelo en mi colchón,
tratando de volver a la razón.
Quise ser fuerte... y mejor que tú,
pero el techo me devolvía el déjà vu.
El pecho oprimido, sin respirar,
mis manos sudando, sin parar.
Y me pregunto... en este quebrar:
¿Lastimarme... me dará paz al final?
Vivo atrapada en un boomerang,
de dudas, voces y un eco sin plan.
Muchos hablaron... sin conocer,
¿Ansiedad? ¿Pánico? ¿Otra vez caer?
Ya no sé si esto va a cesar,
si es algo que el tiempo va a borrar.
Pero hoy dejo aquí estas verdades,
marcadas con todas mis realidades.
Palabras que gritan lo que sufrí,
palabras que dejo, no solo por mí.
Que rasguen tu alma, si aún tiene voz...
como tú desgarraste mi corazón.