El cielo se esta cayendo

El cielo se está cayendo,
los niños se están quejando,
la gente está llorando,
pero el cielo no escucha
ni quejas ni tormentos.

El cielo se está cayendo,
y nadie lo puede sostener.
Retumba en lo alto,
¿será una muestra de su amor?
¿O tal vez no?
¿Tal vez sea su odio?

El cielo se está cayendo,
y no escucha nuestros llantos,
no escucha nuestras quejas,
no escucha nuestros llantos.

El cielo se está cayendo,
y no quiere escuchar.
No sé cómo sostenerlo,
no sé cómo evitarlo.

El cielo se está cayendo,
y no lo puedo detener.
Creo que este es el fin de nuestra vida.
El cielo se está cayendo,
y con él… su amor.

Mírame

 Mírame… no apartes la mirada,

solo observa mis ojos, y verás el alma en ellos.
No me digas que soy fuerte, por favor, no lo hagas,
porque en mi reflejo solo encuentro debilidad.

 

No me digas palabras vacías,
no me tengas lástima… solo ayúdame a olvidar.
Ayúdame a que esos recuerdos dejen de pesar,
no me pidas que lo supere tan rápido…
porque no puedo.
No en este momento.
No cuando aún duele respirar.

 

Sé que el tiempo ha pasado,
sé que debería soltarlo,
pero no me juzgues… mírame.
Mira lo que mi alma intenta gritar en silencio,
no apartes los ojos,
porque cuando lo haces… me pierdo.

 

No me ruegues que perdone otra vez,
porque ya lo hice…
pero aún no puedo perdonarme a mí.
Solo mírame…
y dime que va a estar bien.
Miénteme si hace falta,
pero no dejes que mis ojos dejen de buscarte.

 

Solo te pido que me mires,
y me ayudes a mirar otra vez el mundo…
pero mírame…
porque solo tú has podido,
aunque sea un poco,
sanarlo

 

No me fuerces a olvidar

 Dicen que los recuerdos se deben dejar atrás,

pero ¿cómo hacerlo cuando forman parte de tu vida?

Nadie sabe el sufrimiento que conlleva olvidarlos,

ni lo difícil que es vivir con ellos día tras día.

Es tan fácil decir “supéralo”,

pero tan difícil ponerse en los zapatos de quien carga el dolor.

Aunque haya perdonado,

no significa que lo haya olvidado.

La sociedad insiste en que sanar es rápido,

que el tiempo lo cura todo,

pero eso solo lo dice quien mira desde lejos.

Para el espectador, todo parece sencillo.

Para quien lo vive, es una batalla diaria.

Sé que me tomará tiempo,

y sé que lo olvidaré algún día,

pero por favor,

no me fuerces a olvidar antes de estar lista.